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Cati Corell: «Pensar que la agricultura no tiene futuro es un discurso anticuado»

  • Foto del escritor: Raquel Pérez
    Raquel Pérez
  • 14 jun 2023
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 22 jun 2023

Cati Corell es la directora de producto y agroturismo en la Cooperativa de Viver. Doctorada en química decidió hace 21 años instalarse como joven agricultora con un tractor con remolque que apenas sabía conducir. Poco a poco fue adquiriendo una mayor responsabilidad hasta dedicarse hoy en día a la parte comercial, de actividades y el fomento del agroturismo. Se define como mujer orquesta, una empresa pequeña donde todos los trabajadores hacen y saben de todo.

Oficinas de la Cooperativa de Viver // Fuente: R. Pérez

Pregunta: ¿Cómo ha evolucionado la Cooperativa en estos 20 años?

Respuesta: Esta se funda en el año 90 y desde entonces ha cambiado mucho, aunque el verdadero giro vino en el año 2002, cuando vimos que teníamos que diversificarnos. Si producíamos solo aceite estábamos condenados a desaparecer, esta cosecha fluctúa mucho y no podíamos depender solo de ella por lo que el germen fue darnos cuenta que diversificar era crucial.

P: Este año la campaña del aceite ha sido muy baja, ¿cómo lo han gestionado?

R: Ha sido muy duro, de normal la temporada ronda 1.300.000kg de aceite y este año 120.000kg, no ha llegado ni al 10%. La Cooperativa tiene mucha clientela en restauración y hemos tenido que sacrificar el aceite que le dábamos a los socios, de todo lo que traían únicamente se podían llevar una caja que equivale a 15 litros. Los afiliados no están contentos, la dirección lo ha asumido, pero a la larga lo que es bueno para la cooperativa es positivo para ellos.

P: ¿Está en peligro la agricultura?

R: Creo que nos hemos equivocado con el discurso que le hemos transmitido a los jóvenes. Les hemos dicho que la agricultura es un trabajo de gente mayor, que no vale la pena, que no es rentable y que es un trabajo muy duro. No todas son verdad, es cierto que en estas localidades la población está más envejecida y que es un trabajo duro y físico, pero de ahí a pensar que no tiene futuro, considero que es un discurso anticuado y bastante incorrecto. Al igual que pensar que la agricultura solo es para gente sin estudios, pensar que es una profesión de analfabetos es muy condescendiente por nuestra parte, sin ellos no tendríamos productores de alimentos.

P: En cuanto a la diversificación de productos, ¿funcionan tan bien como el aceite?

R: Por eso buscamos la variedad, para no tener que depender de un único servicio. Hemos tenido que demostrarle al socio que trayendo sus productos a la Cooperativa vamos a defender siempre un precio mejor y una seguridad a la hora de cobrar. Si una cosecha, como es el caso del aceite, no ha ido bien con las otras el agricultor puede compensarlo a nivel económico. Las nueces, almendras, alubia del confit, jabones o el vino, que es nuestra última apuesta, nos ayudan a aprovechar el producto al máximo y el viaje con nuestros comerciales.

P: ¿Se ha sentido excluida al considerarse un mundo de hombres?

R: He tenido mucha suerte, sí, es un mundo masculinizado, pero yo nunca lo he visto desde la perspectiva de que soy una intrusa, nunca me he sentido apartada ni me he callado ninguna opinión hacia mis compañeros. A la gente le llamaba la atención que yo llevara un tractor, pero no me he sentido excluida ni me han molestado los comentarios como para sentirme inferior o hacerme dudar. Actualmente la plantilla está conformada por un 75% de mujeres y en el Consejo Rector ya somos dos de doce, poco a poco va creciendo, mientras seas válida para tu trabajo no importa el sexo.

P: Fomentan mucho el Agroturismo, ¿cuál es vuestro principal objetivo?

R: Abrirle las puertas de nuestra casa y mostrarles el esfuerzo que hay detrás del mundo agrario. A su vez comprenden por qué a veces el precio de los productos «es caro». Trabajamos para mostrarles que lo importante no es el coste del producto sino el trabajo que hay detrás, el paisaje, todo cuesta mucho de mantener. Este año al no tener aceitunas inventamos la actividad ‘Respirar entre olivos’ para que la gente supiera lo que implica no tener cosecha. Es fundamental fomentar el turismo agrónomo y es lo que más nos falla.

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